viernes, 6 de septiembre de 2013

44 vueltas al Sol


Quiero la mano sólida, caliente y generosa de mi papá tomando la mía mientras paseamos por el parque un domingo,
quiero recostarme al estómago de mi mamá mientras me lee un cuento de Edgar Allan Poe y sentir la vibración de su voz,
quiero que mi tío David nos lleve al Bosque Encantado y ver su luminosa sonrisa reflejada al sol, siempre complementada con el brillo de mi tía Teresita,
quiero un cuento narrado por mi abuela Emilia
y una historia jocosa con el humor tan particular de mi abuela Rosario,
pasear en el carro de mi abuelo Juan y nunca asistir a su entierro,
la mano del abuelo Francisco llena de corazones de chocolate,
volver a escuchar por primera vez a Olivia Newton-John, a Sheena Easton, a Whitney Houston, a la Callas, a Sinead 
mientras pruebo por primera vez un tequilita y un magnífico café.
Quiero escuchar las carcajadas de la Grütter en Ciencias Sociales
y soñar con Yolanda y Eunice teniéndolas cerca,
echarme esa llorada tan grande y sonada que siempre tendré pendiente con Chavela y uno de sus fuertes abrazos...
Quiero todo esto que siempre merodea mi mente y que se llaman recuerdos, historia de mi historia…
Cumplir años no es fácil cuando los años suman más y más, cuando adquirimos la capacidad de mirar al pasado como un ayer inmediato y extrañamos todas esas simples cosas que tanto significan.
Quiero a toda la gente que vive cerca de mí, que vive en mí y me recuerdan cada día que es indispensable celebrar la vida por tenerles a mi lado.