sábado, 24 de mayo de 2008

Un nuevo tripulante







Vino como a eso de las 9:30 a.m. En medio de tanta lluvia, los cielos se abrieron para que descendiera. Fue un aterrizaje fozoso para la desdichada cigüeña, pero a la hora de la hora todo salió bien.

Cuando la puerta se abrió y lo vimos la primera de tantas veces que lo veremos, nadie pudo contener el llanto. Papá, era como tenerte de vuelta, después de tanto tiempo. Otra vez, la misma barbilla, la misma boca, la misma nariz, la forma de la cara.

El niño es un milagro, todos lo sabemos. Mi papá se manifestó en sus rasgos, en su expresión para recordarnos, que aunque desde lejos, él también estaba presente.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Saludísimos! Buenísimo leerte!

Unknown dijo...

Excelente leerte! Saludos!!!