martes, 30 de diciembre de 2008

Ambrosía


Hoy apareciste.  Yo huía de tenerme lástima, del desprecio y de tres traiciones bien pegadas, más una mayor, definitiva: el saberme objeto de lástima, burla y humillación de “la persona amada”.   

Decidí robarle un poco de tiempo al tiempo y suspenderme en él así como si nada importara.  No te encontré en una esquina de mi vida sino de frente:  cara a cara, parece que un impulso nos llevó al salón de la fiesta de los sentidos.  Es sorprendente cómo puedo sentir ahora una caricia como si fuera la primera vez que alguien me toca, cómo lograste cambiar con un solo roce la aspereza de mi pasado inmediato en hidratación. 

Comimos una y tres veces.  Aunque el apetito de ambos estaba saciado cada vez queríamos más.  Víctimas de esta gula tan deliciosa dejamos de lado al tiempo: solo queríamos probarnos una y otra vez.

Tal vez el encanto radica en lo casual, tal vez fue un mal recuerdo de hace poco que lograste cambiar en algo mágico, tal vez fue mi ansiedad o mi locura … no importa.  En la vida hay que identificar lo importante y eso fue nuestra ambrosía: el soma que probamos en un intercambio de deseo.

Podés estar mañana, el día siguiente o bien nunca más: te estaré agradecido.  No importa, el tiempo siempre suena la armónica que no todos escuchan.  Yo quiero estar ahí y aquí, bailando siempre mientras Omara canta, atendiendo al ritmo que Alicia Alonso marque y para no olvidar ni nuestra Costa Rica ni nuestros minutos de gloria, hago mías para ese instante en el eterno que pasamos juntos las palabras de mi amiga Eunice Odio: “alguien pasa rozándome las venas … y se abre el surco entre la flor y el labio".

martes, 23 de diciembre de 2008

Derrumbe



Pocas veces encontramos un texto, una canción, que logre reflejar con exactitud un momento particular por el que atravesamos.

Diría que casi por designio divino y gracias al talento dado a Stevie Nicks, que no solo la canta sino que también la compuso, hallé en el momento preciso Landslide.

Aunque triste, la letra es muy dulce, nos recuerda lo importante y al mismo tiempo pasajera que es la ilusión del amor.
Ese soy tras un derrumbe emocional.

Landslide/Derrumbe Stevie Nicks


Tomé mi amor, lo escondí.
Escalé una montaña y viré alrededor.
Miré mi reflejo en las colinas cubiertas de nieve,
hasta que el derrumbe me botó.

Espejo en el cielo:
¿Qué es el amor?
¿Puede el niño en mi corazón levantarse?
¿Puedo navegar en medio de mareas cambiantes?
¿Puedo controlar las estaciones de mi vida?

He tenido miedo de cambiar
porque construí mi vida a tu alrededor.
Pero el tiempo te hace valiente,
hasta los niños se hacen viejos
y yo también estoy envejeciendo.

Toma mi amor, escóndelo.
Escala una montaña y date vuelta:
si ves mi reflejo en las colinas cubiertas de nieve ...
bueno ... el derrumbe lo borrará.

martes, 25 de noviembre de 2008

Adiós, Julita


Se nos fue Julita el viernes, en silencio y privacidad.  Como Yolanda, como algunos que han trascendido, su muerte no fue noticia y pocos asistieron a su funeral.

Yo la recordé jugando con mi papá en una finca de Los Cartagos, cuando ambos eran pequeños, según él contaba.

También la recordé en la noche en que la conocí, cuando mi amiga Ana María Parra me llevó al penúltimo concierto de Los Machucambos en el país.  Posteriormente acudimos a una fiesta y ahí cruzamos unas palabras.  Siempre estuve por llamarla y hasta el número telefónico obtuve, pero nunca lo hice, un poco por respeto a la privacidad que ella quiso defender y que tomó su mano a la hora del adiós definitivo.

Hoy encontré un aforismo que me parece resume su vida:

"Se viaja y se viaja, pero se acaba por volver a casa; se vive y se vive, pero se acaba por volver a la tierra".

Julita, la Gran Julita, pidió que cremaran su cuerpo y que sus cenizas cubrieran el verdor de la montaña, en Escazú.

Un cha,cha,cha y una canción indígena para su memoria.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Despresurización



Ha habido un poco de despresurización en esta cabina durante este trayecto del viaje.

Ahora, súbitamente, la sufrimos.  Hemos bajado la altitud que habíamos alcanzado y las mascarillas de oxígeno caen de repente.  No sé bien si en verdad quiero ponerme la que cuelga sobre mi asiento.  Creo que prefiero enfrentar, experimentar, esta caída en el vacío para tener certeza de cómo realmente me siento, cómo reacciono.

Siento que mi estómago da vueltas y queda a la inversa y en medio de todo veo caras de pánico entre varios pasajeros de la aerolínea de esta vida.

Yo permanezco escéptico, me rehuso -tal y como suelo hacer- a convertirme en presa del terror y los malos presagios.  De todas maneras solo podemos contar con dos posibilidades:  o continuamos cayendo hasta estrellarnos o recuperamos la altitud que nos mantiene en ruta.

No soy el piloto de esta nave ni el aire que la sostiene y la impulsa.  Pero como pagué por mi boleto tengo el derecho a pedir algo:  tu mano tomando la mía y nuestras miradas para no sentirme solo acá en los dominios de uno de los cuatro elementos.


domingo, 2 de noviembre de 2008

Kylie: Diva sin poses


Guapísima, talentosa y sobre todo muy humana, así, sin ninguna máscara, se mostró Kylie Minogue el sábado en su primer concierto en Latinoamérica, en Bogota.

Con Camisa Negra
No solo se animó a practicar un español muy básico pero digno en su intención de comunicarse con su público, sino también tuvo la preocupación -de la que muchos artistas carecen- de conocer algo de la cultura del país con el que abría su gira y regaló a los colombianos su propia versión de La Camisa Negra, también cantada en español -¿Cómo te queda el ojo Madonna?-

Que canta, canta. Así quedó demostrado a toda vista con todas y cada una de las canciones, pero sobre todo con I Believe in You, que entonó casi a capella y en la que lució toda la versatilidad y frescura de su voz. Con Slow su garganta se expandió y contrajo tanto como su cuerpo, en un orgasmo de placer visual y auditivo que llenó el aire de feronomas sin miras de género específico alguno.

Salvo el lugar, todo lo demás del concierto fue organizado a la perfección. Nunca había estado en un concierto con mejor sonido, con proyecciones inmejorables, coreografías y coros maravillosos, en fin, todo. El equipo de Kylie se mira siempre sonriente -préstenle cuidado al de otras disque divas- y creo que ello se refleja una buena jefa.

Tras recorrer los nuevos caminos y los viejos de su larga trayectoria musical, ella cerró el show con una simple y bella interpretación de Somewhere, del musical West Side History, y su himno Better the Devil you Know, que la cantó como nunca, con ritmos latinos aderezados con un poquito de Bossa nova.

La gente no la dejó irse y ella sonrió, se sonrojó y volvió dos veces más. Dijo que usualmente el show terminaba ahí, pero el público quería más y ella también quería más del público. Así que volvió a sus principios y pese a que le pedían The Locomotion, ella, TODOS, cantaron I Should be so Lucky.

Todos quedaron impresionados con semejante concierto, pero creo que quien se llevó la mayor, la mejor impresión fue la misma Kylie. La vida de un artista no es solo cantar sino saber ser, saber vivir y comulgar en carisma con sus fans, que son quienes le dan de comer al artista. Tal vez sin saberlo, Kylie cumple con ello.

domingo, 19 de octubre de 2008

Sinead O’Connor: Enemiga del ‘Establishment’


Por: Alfredo González

Mucho tiempo ha pasado desde que Sinead O’Connor hizo su aparición en el mundo del espectáculo, pero los años y su trayectoria musical han confirmado su posición de enemiga acérrima del establishment, una palabra inglesa que describe al sistema, el orden establecido o la clase dominante.

A lo largo de su carrera O’Connor no solo ha generado éxitos importantes, sobre todo como cantante de culto, sino también escándalos que incluyen ofensas a personajes como la Reina Isabel II del Reino Unido, el cantante Frank Sinatra, Margaret Thatcher y hasta al Papa Juan Pablo II. Los altercados que ha propiciado, que superan los de artistas más contemporáneas como Amy Winehouse y Lindsay Lohan, han hecho que muchas puertas, incluso de la industria musical, se le hayan cerrado de golpe. Pero ella siempre busca la manera de salir avante, gracias a una calidad vocal impresionante, así como a sus admirables técnicas interpretativas.

Polémica
Esta cantante, de origen irlandés, saltó a la fama en 1990, con el éxito Nothing compares to you, una de las baladas contemporáneas más conocidas, que compusiera el popular vocalista y compositor Prince. Anteriormente había publicado otro disco titulado The Lion and the cobra, en 1987, que alcanzó tres éxitos en Europa: Mandinka, I want your hands on me y el tantas veces re-mezclado Troy. Este disco fue escrito y producido por ella misma.

Sinead O'Connor nació en Dublín, Irlanda, en 1967. Su infancia estuvo marcada por constantes abusos sicológicos y agresiones de su madre, quien murió de manera trágica, decapitada en un accidente automovilístico, cuando Sinead era adolescente.

Su traumática niñez pudo haber influido en la rebeldía que muestra de adulta. Por ejemplo, en 1992 durante una presentación en el programa Saturday Night Live rompió una fotografía del Papa Juan Pablo II, mientras llamaba a “enfrentar al verdadero enemigo”. El canal NBC recibió miles de denuncias por esto y fue multado con 25 millones de dólares por la Comisión Federal de Comunicación, que nunca había penado a la cadena por este programa.

Ya anteriormente, en 1990, muchas puertas de los Estados Unidos de América se habían cerrado para O’Connor, después de un incidente en el cual se negó a cantar el himno de este país, tras aducir que por política personal no cantaba himnos pues éstos eran generalmente compuestos en tiempos de guerra y rendían homenaje a tiranos.

En 1999 se ordenó como sacerdotisa en un grupo separatista católico y renunció a su nombre artístico para ser llamada Madre Bernadette Mary. Siete meses después de ser ordenada, ella confesó haber roto su celibato debido a una relación de pareja que mantenía entonces.

Tras ésos y otros escándalos, en el 2000 Sinead se declaró lesbiana en una entrevista de la revista lésbica Curve. Aunque dijo que hablar del tema le costaba mucho y que convivía con una mujer, pronto se conocieron nuevos vínculos con hombres y nunca se le vio abiertamente con una pareja femenina. En el 2006 tuvo un hijo tras un matrimonio, por supuesto, con un hombre.

Volver, volver
Dueña de una extensa y variada discografía, que incluye géneros como el rock, pop, punk, blues, reggae y góspel, O’Connor ha anunciado su retiro en múltiples ocasiones, pero siempre regresa con alguna nueva propuesta musical.

Su último trabajo musical, titulado Theology, gira en torno a una auto-reconciliación con la religión y con Dios. Del álbum sobresale el single Something beautiful , una oración de la artista convertida en canción.

Con esta nueva grabación O'Connor dice intentar “salvar a Dios de la religión” y con esta frase demuestra que aunque ahora intente buscar la paz, esta eterna inconforme seguirá en pie de lucha contra su famoso enemigo, el ‘establishment’.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Turbulencia


Creo que he perdido el rumbo. Ese fue el pensamiento a mitad del viaje. Pregunté entonces a una de esas maravillosas azafatas, tripulantes de a bordo, asistentes de cabina, sobrecargos, en fin a la persona que recibe toda esa gama de nombres que resume un complejo oficio: el de calmar los ánimos de quienes temen a las alturas o a las experiencias a las cuales no están habituados.

En mi vida, en mi vuelo, cuento, a Dios gracias, con muchos asistentes de esta cabina tan ordenada a veces, tan desordenada otras, pero que siempre acuden al llamado del botón sobre mi cabeza - o quizás dentro de la misma-. Bueno, el caso es que la llamé y le pregunté hacia dónde iba mi rumbo. Ella sonrió y contestó: "No siempre sabemos con certeza hacia dónde nos lleva este vuelo, pero no pasa nada, no hay que alburearse sino seguir, continuar". Sabias palabras, sobre todo cuando te sientes como suspendido en el aire, en el tiempo, en el medio de la nada...flotando.

De repente todo empezó a conmocionarse, mi cabina giraba de arriba hacia abajo como una coctelera. Nuevamente me asusté y presioné el botón. Esta vez acudió un sobrecargo, que amablemente me dijo: "Tranquilo, ya pasará, como todo en la vida, el viaje continúa".

Gracias y perdón por olvidar mencionarlos y mencionarlas antes. En un vuelo ordinario, como en el de nuestro propio destino, siempre necesitamos de estas gentes, de estos maravillosos asistentes que nos calman cada vez que nuestros miedos, fobias, preocupaciones o sueños que aún no se cumplen nos provocan una pequeña, mediana o catastrófica turbulencia.

sábado, 24 de mayo de 2008

Un nuevo tripulante







Vino como a eso de las 9:30 a.m. En medio de tanta lluvia, los cielos se abrieron para que descendiera. Fue un aterrizaje fozoso para la desdichada cigüeña, pero a la hora de la hora todo salió bien.

Cuando la puerta se abrió y lo vimos la primera de tantas veces que lo veremos, nadie pudo contener el llanto. Papá, era como tenerte de vuelta, después de tanto tiempo. Otra vez, la misma barbilla, la misma boca, la misma nariz, la forma de la cara.

El niño es un milagro, todos lo sabemos. Mi papá se manifestó en sus rasgos, en su expresión para recordarnos, que aunque desde lejos, él también estaba presente.

domingo, 18 de mayo de 2008

Los viajes de Yolanda


"Yo sigo yéndome,viajando, descubriendo las islas de la agonía propia y los montes de la estupidez ajena. Pero de todo se halla en los viajes. Hay momentos de angustia y terrores de muerte, instantes de gloria y amaneceres tan blancos, tan claros, que casi parecen ese eterno y por siempre deseado "amanecer" en singular que todos esperamos. ¿Es esto estar por las derrotas, o estar por las glorias? No lo sé".

"Sí, no hay dignidad sin conciencia y la suprema conciencia está en asumir con pleno conocimento de causa las responsabilidades que da la vida al enrolar a un ser en su corriente, sea hombre o sea mujer …".


Yolanda Oreamuno

lunes, 12 de mayo de 2008

El Aeropuerto II


My broken heart runs through the open door and finally
the end of all I once believed was sure


Ha pasado ya algún tiempo. Otra sala de espera, otro avión, el mismo destino. Esta carta pudo haber llevado tu nombre, tu dirección, pero en nuestro caso no vale ni la canción y cabe la duda de si es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor. Creo que nuestra historia no incluye esta pista como parte del soundtrack, para mí nada fue costumbre, todo fue un constante descubrir: descubrirte, descubrirme. Pero todo se acaba y lo nuestro es ahora un pasado conjugado en inmediato y que en algunas cosas no quiere concluir.

Escribir cartas sin destinatario… qué irónico … y yo que pensaba que con hacerlo una sola vez conjuraba a la soledad. Una vez más dejo el país sin tener una verdadera razón para regresar. ¿Será acaso México, esa tierra para mi tan querida pero tan llena de conflictos propios, mi fuerza renovadora, mi punto de quiebre, mi “concluir la novela” para empezar otra?

Los últimos días, las últimas noticias y las mismas de siempre, el ruído de tantas voces que nos acompañaron y también nos dañaron, las buenas y las malas intenciones… todo parece señalar que alguien decidió construir una autopista entre tu vida y la mía… ¿o será acaso un aeropuerto?

Todo parece indicar que no habrá más viajes juntos, más despedidas, ni más compañía. El ambiente encapsulado de un avión, o quizás la altura siempre tienden la cama para mi ambiente más propicio para reflexionar, pero en este caso cada día estás más distante y el tiempo pasado crea años de distancia entre nosotros.

Yo tenía tantas cosas que decirte, pero en un momento preferí callar. Los sentimientos nunca pueden revocar una sentencia unilateral, así que los míos no tienen otra opción más que cambiar … y seguir, sabiéndome solo, desolado, dueño de una historia en singular pero con alguna razón nueva que encontrar casualmente para seguir.

Nunca pudiste entender lo que te quería, porque no sabía quererte en el lenguaje de la apariencia perfecta y complaciente de quienes parecen enseñarte, tan sólida como la cáscara de huevo que ya ha sido abierto.

Yo no quiero, no puedo y mucho menos debo reclamarte. Ahora solo puedo darte mi consejo, el que siempre te dí y nunca pudiste escuchar: cuídate de tantas sonrisas, que los antifaces no te deslumbren, descubre las caras y mira fijamente a los ojos. Sabrás entonces quien verdaderamente te quiere. Nunca olvides quien fuiste y combínalo con quien sos hoy… hallarás ahí la mejor persona que podrás ser y recuerda que alguien te quiso mucho y por lo tanto que te quiso comprende perfectamente por qué no le supiste querer.

Sin despedidas, sin nombres … así es mejor irse.

YO

jueves, 17 de abril de 2008

Amor de humanos, amor de perros


El amor es otro pacto social. Luego de una noche de sostener batallas perdidas y ganadas, razones discutidas y calladas, de muchos buenos recuerdos, amargos silencios y vivir, vivir intentando prolongarse en la sombra de otra cabeza, en una sola mente y corazón … pude darme cuenta que no solo debemos enamorar a quien escogemos, nos escoge o ejercita una escogencia mutua. También hay que flirtear y conquistar a una bandada de amigos, que no siempre te reciben con los brazos abiertos sino con las garras a flor de piel.

Es un gran absurdo pero lamentablemente una realidad en nosotros los humanos y por eso hay que tener sumo cuidado a la hora de escoger más que amistades, amigos. Sí, como aquellos que aconsejaban y desaconsejaban a Bridget Jones, pero que nunca la desamparaban y lograban acomodarse todos en un Mini Morris. Así son los amigos y también quienes se disfrazan de ellos.

Tras dejar tantos cabos sueltos en esta maraña de pasados, presentes y futuros que algunos intentan vedar, tras levantar no solo a los soldados sino también a los mismos caballos caídos en esta apocalíptica batalla del amor, después de recorrer una y otra vez caminos sitiados, campos minados, llenos de los cuerpos muertos de tantas intenciones … Tras dejar todo eso y más bajo el archivo de una sola noche llegué a casa y encontré golpeando la puerta de ventana un pequeño pero gran motivo para entender que tal vez esa convención social que implica a otros en una escogencia afectiva es un grave error de nosotros los humanos: luego de abrir la puerta ella saltó, me dio un beso chupado y se acurrucó a mi lado, como tratando de demostrarme que su amor no necesitaba de la aprobación de nadie.


En cuestión de segundos, esa pequeña perrita logró enseñarme que para amar es mejor seguir su ejemplo y dejar de lado algunos ejercicios colectivos absurdos.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Soy un rosario de muchos misterios


Empiezo a leerme, a rezarme. Desde la cabeza hasta los pies voy cuenta por cuenta, aprentando fuertemente cada abalorio conforme le dedico una oración.

Misterios gozosos hay muchos, pero la falta del hábito de la autoplegaria ha hecho que olvide como evocarlos. Es que muchas veces pensamos, o intentamos hacerlo, que todo está bien, que vivimos el momento perfecto, ese que nunca existe realmente sino tan solo en nuestra mente. La perfección implica por naturaleza a la armonía y para que esta ocurra se necesita más de una persona.

Hace poco en un restaurante alguien apareció de la nada y me dio un misterio gozoso más. Me anunció que yo siempre le había gustado, sin conocerme totalmente. Esto fue un fragmento, un instante en mi historia, un acto tal vez sin relevancia, pero cayo en el momento preciso, cuando me quejaba de mis fracasos.

He tenido también momentos de anunciación divina, de esos en los que mientras ocurren se detiene el tiempo y hasta dan la sensación de mareo al sentir que el mundo dejó de girar, aunque fuera por un segundo.

Tengo tantos misterios dolorosos que no vale la pena pensar siquiera en ellos. A veces me pregunto que puede más, que nos forma mayormente como personas, si la alegría o el sufrimiento. Es difícil decirlo, porque cuando el dolor toca a nuestra puerta todo parece confabular para intensificarlo. ¿Es esto cierto o será más bien acaso que somos más susceptibles al dolor y por ello todo se ensombrece? No lo se, creo que cada quien obtiene su respuesta y por ende da su propia versión, en consonancia con el recuento de sus daños.

El dolor es y ha sido parte de las capitulaciones de mi rosario porque siempre guarda misterio. Hace unos días sufrí el virus de la soledad, tan esparcido por el mundo actual. Pero en medio de mi angustia escuche voces, y no divinas sino mundanas, aunque con un gran halo de divinidad en sus palabras. Las voces eran como esa taza de café negro que tomo cada mañana para despertar, para revivir. Llegaron en el momento oportuno, justo cuando una de mis paredes se iba a derrumbar.
El dolor es, lamentablemente, importante. Ya lo dice bien mi adorada Yolanda: "Yo sigo yéndome,viajando, descubriendo las islas de la agonía propia y los montes de la estupidez ajena. Pero de todo se halla en los viajes. Hay momentos de angustia y terrores de muerte, instantes de gloria y amaneceres tan blancos, tan claros, que casi parecen ese eterno y por siempre deseado "amanecer" en singular que todos esperamos. ¿Es esto estar por las derrotas, o estar por las glorias? No lo sé".

Hay, en verdad, que preocuparse por aquellos que a uno lo quieren. Los que lo desprecian, lo ignoran o incluso atentan e intentan humillarlo a uno nunca deben ser motivo de preocupación alguna. Eso me lo indicó de manera precisa mi amigo Carlos y al hacerlo, sin percatarse, me hizo partícipe de una revelación celeste.

Total cada quien carga su propia cruz y uno no siempre sabe si la de una persona que no te quiere es mayor que la que se lleva. Yo solo pido que me dejen cargar mi propia cruz y que no le agregen el peso de sus diversiones de salón de época, que aparte de carecer de gusto, están bien gastadas y solo pueden ser practicadas por un malvado muy fino para que resulten. Hasta el día de hoy no conozco a nadie que reúna la elegancia que ese tipo de maldad implica como para que represente una amenaza. Las malas personas que he conocido no merecen ni mi respeto porque solo son sobros de maldad, el pellejo y no la carne, no la esencia, a Dios gracias. Además, en el fondo, estas personas guardan un gran saco de carencias, de un vacío que intentan llenar con frivolidades que no les van ni las hacen ser lo que intentan: diferentes, sofisticadas.

Asisto a mi propia misa y todas las que he participado y las que todavía faltan, en un sacramento de comunión y confesión conmigo mismo. Como Moisés, hace mucho tiempo quebré mis mandamientos, pero no me arrepiento porque todavía este rosario tiene más misterios gozosos que dolorosos y aún quedan más en el porvenir.

Termino mi ritual con la famosa frase-oración que una vez me enseñara Chavela a rezar: “Hay paz dentro de mi, porque estoy más allá del bien y del mal”.

miércoles, 5 de marzo de 2008

En la frontera del Olvido


Vino con el sueño. Al despertar pensé mucho y decidí transcribir este corto en gris para intentar descifrar su mensaje. Todavía no lo encuentro.


Es un día más de trabajo. Los tiempos son difíciles y hasta el mismo clima se ha convertido en cómplice de una guerra extranjera pero que aquí vivimos como nuestra.

Salgo de casa temprano, como a las cinco de la mañana y todo en el cielo es gris, como un espejo del pueblo. Para prolongar el gris y cortar camino cruzo el cementerio que está al lado del hospital en que trabajo. Extraño, colocar el sitio donde ya la vida se ha perdido junto al lugar en que se intenta salvar a la misma.

No hay flores, solo tumbas. En medio del intento por conseguir alimento y cubrir las necesidades más básicas… ¿quién podría pensar en los muertos? Si usualmente se les abandona a la suerte del destino post mortem, en este momento ya nadie se ocupa de ellos, ni siquiera el panteonero, que fue enviado a su casa y solo es requerido cuando se presenta una despedida. Es que no hay tiempo para recordarlos, tan solo alcanza para preocuparse…de qué pasará hoy, mañana, el próximo minuto.

En el hospital el día se hace como un reloj de arena lleno de agua, ya ni contamos las horas porque eso implica perder más tiempo. Hay tanto trabajo, tantas vidas por salvar que ni nos ocupamos en pensar mucho, es el instinto de supervivencia llevado al extremo del actuar médico.
Hoy ha habido una jornada suave, tanto que logro salir del hospital como a las cinco y treinta. Cansado como de costumbre, solo pienso en llegar pronto a casa a dormir como medida de evasión del gris de nuestros días.

Tomo la salida que da al camposanto, eso es práctico: el cuerpo se traslada una corta distancia, luego un pequeño rezo y a la fosa. La guerra afecta todo, hasta los rituales funerarios.
Todavía no ha caído el día y el gris sigue presente. Camino por el pasillo central hacia la entrada. De repente me percato de que todas las tumbas a ambos lados están abiertas, parece que han sido profanadas.

Evito ver los cuerpos o restos cuyo sueño eterno ha sido violado y continúo caminando, buscando una explicación para tal hecho. Quizás alguien pensó que podría encontrar algo de valor en los cadáveres. Tendría que tratarse de un foráneo porque esto es una gran equivocación en un pueblo de pobres, donde los difuntos son sepultados solo con sus vestimentas.

De repente me detengo. Hay algo que me impulsa a agacharme y mirar dentro de las tumbas. ¿Por qué? He visto tantos muertos, tantos despojos que ya me son indiferentes. Además si alguien me descubre haciéndolo podrá pensarse que soy el responsable de la profanación. Pero es una fuerza superior, algo extraño que hace doblar mis rodillas fuerte y lentamente. Al caer en el suelo miro a la izquierda y para mi sorpresa las tumbas no tienen huesos ni resto alguno. Adentro, los nichos están llenos de juguetes. Exploro y encuentro todos los juguetes de mi infancia, todos, hasta los que ya había olvidado.

Extrañado y extasiado, veo que el otro lado tiene más juguetes. Entonces soy víctima de una desesperada regresión: voy sacando cada pieza de su tumba y en medio del cementerio se inicia mi reencuentro. Ahora olvido todo el gris, el hospital, la guerra, el camposanto mismo y en su pasillo central juego con mis aliados de mi mundo otrora inventado, mi refugio del pasado, ahora presente. En medio de sepulcros y huesos, inquietando el sueño eterno de muchos, soy feliz con mis juguetes y con mi niñez, a la que creía extinta.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Viaje Placentero


¿Qué sería yo sin mis amigos? Son ellos los que empujan, me regañan, me hacen salir adelante a punta de brincos y saltos, me excusan cuando esta boca tan particular mete las de andar, me libran de mis peores pesadillas y de mis mayores sustos, me apartan de las malas sombras y con solo una palabra pueden arreglar mi caos.

Compañeros de tragedias y victorias, de risas y sonrisas, de llantos incontrolables y carcajadas que terminan en “aquella necesidad urgente de ir al baño”. Son los que con sus historias, que yo hago mías, y con lo que hemos vivido, me han dado ya la razón para una buena muerte: el susurro a mi oído agonizante de alguna de las muchas excelentes anécdotas nuestras.

Ellos lo saben y siempre se los recuerdo: soy feliz de ser parte de sus mundos y de que ellos hagan girar el mío. Así de simple, de cursi o de cliché. Desde accidentes de tránsito, llantos de amores, compartir una diva -¿Olivia o Sheena Easton?- situaciones desesperadas e incluso demasiado raras para que sean creíbles, desde noches de poesía, doblajes burlescos de Pasolini, veladas de Mazo Español, clases de Esperanto, karaokes improvisados -donde suele brillar la Dúrcal-, compartir el mejor tequila, el más exquisito mezcal o la misma borrachera y sus efectos –sino pregúntenle a Alejandro-, hasta descubrir el momento de dar vida junto a una amiga, a la que prefiero llamar hermana.

Con muchos defectos pero con mayores virtudes, cada uno fue apareciendo y lo pude conservar, lo espero conservar “hasta el último trago”.

De los amigos al amor, todos comulgamos de esta hostia algún día, es el soma del paladar sediento del humano. No he tenido muchos amores pero han bastado y sobrado. Hay caricias que solo saben darse con una persona, con una mirada que nos toca hasta el fondo y nos conmueve, nos remueve.

Hay quien sabe conocerte como nadie más y te premia y te sorprende con pequeños detalles, como el queque más hermoso de la historia, el mejor abrazo, la complicidad en las pequeñas y grandes cosas o el consentir a tus amigos. Quien da amor merece la llave de tu ciudad de emociones, así de simple, ser ciudadano ilustre en tus tierras.

Todo es más fácil, mucho más, cuando la gente se quiere. Yo quiero querer a mis amigos siempre como acto compulsivo y que ellos me quieran. Viajar a su lado todo el tiempo y tomar sus manos durante el despegue.

viernes, 11 de enero de 2008

Año nuevo: sin itinerario definido




Empezar un año es como acumular millas para visitar nuevos destinos. En estos primeros días del año que recién comienza muchos quizás no hemos definido nuestro plan de viaje, pero sí estamos claros en que o queremos ir a nuevos contextos geográficos, emocionales, profesionales, o bien, como dice la Chavela “volver a los viejos sitios donde (uno) amó la vida”.

Nuestro primer boarding pass del 2008 está en blanco. Es nuestro deber, guiados por nuestros deseos, escribir ahí nuestros nuevos destinos en la vida. Para aquellos que perdieron a algún ser querido, visítenlo en los viajes de su memoria, pensamientos, viajando en el concorde de los sueños, el único que no lograron eliminar, con el cual se llega más pronto a cualquier dimensión. Y no olviden que el mejor remedio para superar una pena como esta es compartirla con quienes ya hemos pasado por algo similar.


Para quienes terminaron el año con miedo y sus coletazos aún les alcanzan en este nuevo año, piensen que el mayor miedo es que originamos nosotros mismos, el que sentimos adentro de nuestros cuerpos y cabezas. Usen pues, una visualización creativa optimista para vencerlo y tengan presente que el mayor enemigo nuestro siempre vive dentro de nosotros mismos.


Las penas de amor siempre se superan, no importa cuán imposible esto nos parezca. Como marineros, otro destino en nuestra vida traerá un nuevo amor si sabemos enrumbarnos. Como el miedo, el amor y la capacidad de amar nace de uno mismo, irradia y es captada por quienes andan al asecho del amor.



Aquellos a los que les pegaron una traición, de amigo, de trabajo, de familia, de lo que sea, para vivir es necesario comprender que quienes nos traicionan lo hacen porque nos envidian algo, eso es infalible, como una ley natural del ser humano. Como el closet, como correr un antivirus, es indispensable estar siempre limpiando, escaneando la lista de personas que nos rodean, para bien y para mal, así logramos saber quienes verdaderamente nos quieren y hasta sorpresas como descubrir que aquel que hace menos ruido es quien más no ayuda y nos quiere, así es.


Es raro tomar un avión completamente solo, en la mayoría de los casos siempre hay muchas personas que ocupan otros asientos. En la vida ocurre igual, sepamos conversar con los demás, entenderlos y atenderlos. Así descubriremos que nuestra pena ya ha sido vivida y probablemente superada por otros. Si no, es mejor dejar en recuerdo una pena cuando se trabaja en ella junto a otro que también intenta sobrepasarla, otro pasajero del mismo vuelo.


El tiquete está en blanco, son ustedes quienes deciden hacia dónde quieren ir y a quienes quieren por compañeros de viaje. Intenten llevar poco equipaje porque así se llenará de todo lo que los demás les ofrecerán. Que nuestra memoria del 2008 termine siendo como la sala de esas gentes que traen un souvenir de cada viaje: al final del año se darán cuenta cuántos recuerdos guardan de tantas personas que han incorporado a su vida.

Bienvenidos a bordo, que disfruten de sus travesías y recuerden que, como dijo en una carta mi amiga Yolanda, “de todo se aprende en los viajes”. Espero acompañarlos en muchos de sus vuelos y en cada destino poder darles ese abrazo que todos siempre necesitamos, un abrazo de humanidad.